Aprende a tratar con compradores de ropa interior usada y contenido fetichista: mensajes, límites, red flags, negociación y cómo mantener el control.
Cuando vendes bragas usadas, calcetines usados o fotos de pies, los compradores pueden ser insistentes, directos o muy fetichistas. Y está bien.
Pero hay algo que nunca cambia: tú decides qué haces, con quién y por cuánto. Ningún comprador tiene derecho a exigir nada.
Un buen perfil ahorra muchas conversaciones inútiles. Deja claros desde el principio:
Cuanto más claro esté tu perfil, más fácil será atraer a compradores serios.
En Truliki la mayoría de mensajes llegan de personas que ya saben que están en un marketplace fetichista.
Eso reduce la pérdida de tiempo con curiosos o gente que juzga lo que haces.
Puedes ver cómo otros usuarios se presentan entrando en Truliki y crear tu propio perfil desde Registrarse.
El primer mensaje marca el tono. No tienes por qué ser fría ni tampoco demasiado cercana. Un equilibrio funciona mejor:
No des detalles íntimos ni envíes contenido gratuito en el primer mensaje.
En vez de discutir, es mejor tener frases claras preparadas:
Decirlo sin insultar ni perder la calma transmite seguridad y profesionalidad.
Si alguien dice “te pagaré luego” o “primero mándame algo y luego te pago”, es casi siempre mala señal.
Antes de preparar nada, deja cerrado: qué quiere, cuánto cuesta, cuándo lo entregarás.
Faltas de respeto, regateo agresivo, insistencia en contenido que no haces, prisas raras.
Si alguien te da mala espina, no tienes obligación de seguir contestando.
Es normal que algunos compradores intenten bajar el precio, pero eso no significa que tengas que aceptar cualquier cosa.
Vender fetiches es un intercambio: tu tiempo, tu imagen, tus prendas y tu energía tienen valor.
Aunque la conversación sea excitante o cercana, tu seguridad va primero:
Si además haces sexting, te puede ayudar la guía: Sexting seguro online.
A veces un comprador se pone demasiado explícito muy pronto o rompe el tono que tú quieres.
Si aun así insiste, simplemente corta la conversación. No estás obligada a educar a nadie.
¿Listo para explorar el marketplace de bragas usadas en España?